Tras toda una vida dedicada al cine desde la distribución, primero en el equipo de Karma Films y luego al frente de Surtsey, Miguel Angel Pérez está apostando fuerte por la exhibición y ganando. El confinamiento por la pandemia le obligó a aplazar la inauguración de los Cines Embajadores, en un barrio pujante del centro de Madrid pero la espera valió la pena. En julio de 2020, tan solo un mes después del fin del confinamiento, por fin vio la luz con mascarillas y restricciones de aforo. Son tres salas pequeñas con 93, 53 y 40 butacas y la fórmula es llenarlas. Contra viento y marea, triunfó y tres años después, están duplicando las cifras del pasado año y en breve inaugurará nuevos complejos en Oviedo y en Madrid Río, muy cerca de los actuales Embajadores. Pronto anuncia aperturas en otras ciudades de España.
La fórmula de Pérez se está demostrando todo un éxito. Se trata de recuperar el viejo “cine de barrio” abriendo salas en zonas donde no las hay pero existe una demanda latente. El exhibidor busca áreas urbanas pujantes en las que instalarse, lugares donde se han trasladado los profesionales universitarios ante la “turistificación” del centro, y apuesta por salas pequeñas pero con las mejores condiciones técnicas. En la programación, en versión original, brilla el cine español, que le está dando muy buenos resultados, y el cine europeo y mundial de autor sin olvidar las películas familiares. Para Pérez, se trata de entender el cine como algo más que un lugar en el que la gente va a ver películas, se trata de crear un lugar de encuentro de una comunidad de espectadores y vecinos con inquietudes culturales. Y en todo ello juega un papel esencial una programación creativa que sorprende constantemente al público con ciclos sobre temas de actualidad como el dedicado recientemente a la guerra de Ucrania, la proyección de clásicos cuando se celebran efemérides, las presentaciones de proyecciones a cargo de cineastas o el elenco y sesiones especiales como las “teta” para madres con sus bebés o las TEA para autistas.
¿Por qué cree que los Cines Embajadores han tenido tanto éxito en un momento después de la pandemia en el que muchos cines cerraban?
Porque no teníamos ninguna competencia a nuestro lado. El no tener ningún cine cerca, en frente o a menos de los famosos “15 minutos”, ese es el motivo principal. El barrio de Embajadores es una zona densamente poblada con una clase media-alta muy inquieta culturalmente. En el centro de Madrid ya no vive nadie: los profesionales liberales, gente de clase media, funcionarios, mucha gente de cine… viven por esa zona. Había salas de exposiciones, el Museo Reina Sofía, conciertos en el Circo Price… De todo pero no cines. Hemos encontrado un hueco y hemos dado con una programación que gusta a este público.
¿Ha mejorado la asistencia de público este 2023 en comparación con los dos años anteriores?
En 2021 todavía teníamos restricciones del COVID y las salas se podían ocupar al 70% y ya el hecho de que se ocupen al 100 es muy significativo. Además, en 2021 las multinacionales no sacaban tanto material porque lo tenían reservado para el fin de la pandemia. Y la gente mayor muy lentamente ha ido perdiendo el miedo. Este 2023 estamos duplicando las cifras del año pasado, que aun fue complicado, con las distribuidoras guardando títulos con potencial y el retraso en la temporada de los Oscar, que para nosotros es muy importante. Eso sí, durante la pandemia, como no había adonde salir, no había discotecas ni bares de copas, la sesión de las 10 de la noche nos funcionaba muy bien y ahora nos falla más esa sesión Pero nuestro cine es una combinación de películas de autor y familiares y funciona de maravilla. Super Mario Bros, por ejemplo, ha sido una explosión de gente que ha vuelto a las salas.
«NO VENDEMOS PALOMITAS EN LAS SESIONES DE ADULTOS Y NO PONEMOS PUBLICIDAD, SOLO TRÁILERES DE LAS PELÍCULAS, COSA QUE LA GENTE AGRADECE MUCHO»
Ha mencionado que el público de más edad es el que aún tiene más reticencias a volver a las salas. ¿Cómo valora la promesa del presidente del Gobierno de subvencionar entradas para los jubilados a dos euros los martes?
¡Eso es maravilloso! Va a suponer mucho dinero para las salas. Sin duda, va a tener un éxito enorme. Tanto que no sé yo si es consciente del dinero que va a costar. Pero en cualquier caso, de manera muy positiva claro, es fantástico.
¿Cuál es el modelo de los Cines Embajadores? ¿Va a aplicar el mismo en las nuevas salas que abrirá en Oviedo y en Madrid Río?
Salas pequeñas, urbanas. Películas en versión original… Acentuamos sobre todo la programación de cine español, hay gente que no le gusta leer los subtítulos pero le gusta ir al cine. Vemos que hay una gran demanda para ver películas españolas. Solo tenemos tres salas e intentamos poner siempre el título más puntero de animación, el más significativo de cine nacional y una buena película europea de festivales como Cannes, San Sebastián o Venecia… Los fines de semana desbordamos actividad con las matinales con presentaciones de películas, documentales, ópera en directo, ciclos como que el que dedicamos a la guerra de Ucrania… Y sí desde luego, en Madrid Rio vamos a aplicar absolutamente el mismo modelo porque no nos podemos quejar de nada pero si tuviéramos que hacerlo sería de falta de salas. Nos hubiera gustado mucho proyectar Air de Ben Affleck, por ejemplo, pero no teníamos sitio. O una película como Tár, que estaba entusiasmando, nos habría gustado mantenerla más tiempo. Y podríamos haber tenido aún más tiempo As Bestas que ha sido un éxito rotundo. Pero de vez en cuando hay que mover el árbol para que la gente se entretenga.
¿Cuándo abrirán los nuevos complejos de Madrid Río y Oviedo? ¿Qué aforo tendrán? ¿Qué tipo de cines serán en términos de tecnología de vídeo y audio y confort?
Madrid Rio abrirá a principios de septiembre, y Oviedo la tercera semana, después de las fiestas de la ciudad. En Madrid tendremos otras tres pantallas con una sala grande de 120 butacas y una pantalla de siete metros de largo, eso nos entusiasma porque ahora la más grande es de cinco metros, y otras dos salas de 70 butacas. Y en Oviedo habrá una sala grande de 130 localidades, y dos pequeñas de 50 y 30. Todas van a ser muy cómodas, con la pantalla lejos de la primera fila y en gradas lo cual permitirá una visión estupenda. Tendremos los estándares normales de calidad porque nuestras proyecciones ya son de las mejores que hay en Madrid. Muchas productoras hacen sus pruebas tanto de imagen como de sonido en nuestro cine. Por supuesto, digitalizadas. Cuando Avatar fuimos el único VO de la ciudad que puso la copia en 3D. Desde luego, cumplimos todos los estándares más rigurosos. No vendemos palomitas en las sesiones de adultos y no ponemos publicidad, solo tráileres de las películas, cosa que la gente agradece mucho. En las opiniones de Google estamos en 4.8. Intentamos también que la gente no use el móvil. Tenemos un público muy educado que intenta no molestar.
¿El hecho de tener una programación tan cambiante y tratar de sorprender constantemente obliga a gestionar de una manera creativa y dinámica?
Las empresas exhibidoras tienen que destinar un presupuesto para preparar eventos, hacer ciclos, ir a colegios para que vengan los chicos. En Embajadores que solo son tres salas tenemos tres personas dedicadas únicamente a este tipo de eventos especiales. Sabemos que hay un retorno de la inversión en este personal, no solamente se trata de cuidar la página web y la comunicación. Hay que pensar y repensar estas propuestas porque tenemos una limitación, solo tres salas, los días están contados y también tenemos que respetar los estrenos. No podemos dar solo un pase a los estrenos, las distribuidoras nos piden como mínimo dos. Proyectar una película significa una serie de factores técnicos, como que el aire acondicionado esté bien, el equipo esté lo suficientemente perfecto, es un negocio muy sensible a una serie de elementos y cada día pasa algo. Hay que tener en cuenta que abrimos 365 días al año, nadie abre tanto como un cine. Los bares cierran pero nosotros no. Eso es muy esclavo también.
¿Cuáles son las películas que mejor funcionan en los Embajadores? ¿Qué papel juegan las españolas?
Las películas españolas son importantísimas. Hemos tenido una racha de cine nacional estupendo porque está viviendo un momento dulce. La semana que viene creo que vamos a tener tres o cuatro películas españolas a la vez: 20.000 especies de abejas, Los buenos modales, Asedio y Alguien que cuide de mí. Cinco lobitos el año pasado nos salvó el verano. Alcarràs después de Cataluña nuestro cine fue de los lugares donde tuvo más público de España. Modelo 77 también nos ha funcionado fenomenal. Y As Bestas, ya lo he dicho, ha sido un fenómeno brutal. Y luego las películas que no son tan fuertes siempre intentamos que haya un pase especial. La cosecha de Málaga se está comenzando a notar. Y luego tenemos sorpresas como Empieza el baile, una película argentina que está siendo un éxito.
¿Uno de los objetivos es lograr que alrededor de los cines se cree una comunidad de espectadores que compartan gustos e intereses?
Has dado en el clavo. Hemos empezado ahora una especie de acción experimento que se llama la comunidad Embajadores. La hemos creado para que la gente que viene frecuentemente podamos hacerles partícipes de nuestros ciclos, eventos… para que ellos mismos planteen qué quieren ver, por ejemplo qué clásicos les gustan a nuestros clientes. La gente dice que los cines han dinamizado el barrio y establecemos una relación muy cercana con ellos, los conocemos a casi todos. Tenemos un público fijo y están encantados. Muchos cortometrajistas presentan su corto en nuestras salas. Y dejamos rodar a cualquier persona de manera gratuita. La idea es que los vecinos sientan el cine como su propia casa.
¿Cómo es la comunicación con vuestro público? ¿Usáis canales distintos en función de la edad u otros factores?
Tenemos una newsletter que hacemos llegar a nuestros tres mil socios. Hay dos tipos de socios, los gratuitos y después otros que pagan una cuota anual. Estos últimos son “embajadores” y hay unos 600: pueden venir a preestrenos, tener descuentos con las entradas, los ciclos… Somos muy activos con la newsletter y también en redes sociales. Se está haciendo famoso un chico, Raúl, que también es estudiante de cine, y todas las semanas cuelga un vídeo en redes en el que cuenta tres razones por las que acudir a los cines Embajadores. Para la gente mayor también tenemos un folleto que publicamos todas las semanas con las novedades, horarios etc. Y en el cine en una pantalla fija tenemos todos los eventos de la semana. Luego hacemos tráilers especiales si hay algún evento o algún ciclo. Utilizamos todos los medios a nuestro alcance para comunicarnos con los espectadores.
«ESTOY ABSOLUTAMENTE CONVENCIDO DE QUE EL PÚBLICO VA A VOLVER. ESTE AÑO 2023 VAMOS A SUBIR EN UN 30 O 40% LAS CIFRAS DE 2022»
En verano abren la terraza y se convierten también en un pequeño bar. ¿Quieren que los cines sean también un lugar en el que pasar la tarde?
Nos encantaría pero hay muchas más cosas que el cine en la vida. Una de las pegas es que hay cuando hay “puente” la gente tiene segundas residencias y baja la asistencia. Con la terraza no ganamos mucho pero sí nos ayuda a dar ambiente. Queremos ser parte del barrio porque el cine lo es.
¿Qué tal funcionan iniciativas como la “sesión teta” para que las madres puedan ir con sus bebés o las sesiones con música en directo?
Fenomenal. Y las sesiones TEA que no se nos olvide para autistas con condiciones lumínicas y de sonido especiales. Con eso estamos contentísimos. Nos obliga a abrir el cine por las mañanas pero hemos sido muy perseverantes. Tenemos un grupo de mamás que ya son fijas. Las sesiones con música de piano es otro de nuestros clásicos. Viene Adrián Begoña que es un artista, lo hace muy bien y siempre llenamos. Ahora hemos empezado otro evento que se llama “cine a ciegas”, una vez al mes hacemos un pase en el que que la gente no sabe qué película va a ver. La última fue The Artist con música en directo.
Otro clásico de los Embajadores son las presentaciones de películas y los coloquios. ¿Existe un público fiel a estos eventos? ¿Tienen impacto en la taquilla?
No te puedes imaginar el impactó que tienen. Con Fernando León, Isabel Coixet o cuando vino Candela Peña por La boda de Rosa… Las entradas desaparecen en minutos. Se ha dado el caso de que decimos “a las 12 salen las entradas” y hay gente que va a taquilla a esa hora y ya están agotadas porque han volado por Internet. Hace poco tuvimos a la directora de 20.000 especies de abejas y estaban llenas las tres salas porque retransmitimos el coloquio por vídeo. Dentro de poco viene Elvira Lindo y Daniela Fejerman a presentar Alguien que cuida de mí. Todo eso nos da mucha felicidad. Una cosa que critico a mis compañeros de industria es que siempre que hablan las cosas lo hacen como llorando “qué mal va todo”. Es un mensaje que no ayuda absolutamente nada a que la gente vaya al cine. Siempre procuro ver el vaso medio lleno a medio vacío. Los cines están siempre llenos los fines de semana, no tenemos por qué quejarnos tanto.
¿Cree que las salas volverán a llenarse como antes del Covid?
Estoy absolutamente convencido de que el público va a volver. Está siendo paulatino. Este año 2023 vamos a subir en un 30 o 40% las cifras de 2022. Y sin lugar a dudas volveremos a las cifras de 2019.
¿Cuál cree que son los tres principales retos a los que se enfrenta la exhibición?
Me gustaría que no hubiera una dependencia tan grande de las multinacionales. Faltan ayudas para que el cine español sea distribuido por empresas españolas en vez de por empresas americanas. Antes estaba Alta Films, empresa líder de cine español, y ahora salvo honrosos casos los títulos españoles más punteros son distribuidos por las multinacionales. Eso debería mejorar. No estoy de acuerdo con la tarifa plana de Cinesa pero creo que el precio de la entrada debe bajar. Con que se abaratara un euro yo creo que ganaríamos todos. Hay que recuperar al espectador que no va casi nunca al cine y luego el día que va le cuesta 10 u 11 euros. De acuerdo que comparado con otro tipo de actividades como es el teatro es más barato. Pero recuperaríamos muchos más espectadores si la entrada fuera un poco más barata. Y ahí está el ejemplo del “día del cine” o el día del espectador que está a 5 euros y la sala se llena. El tercer factor es que haya una renovación en las salas del centro de las ciudades de cine de autor porque algunas se han quedado anticuadas.
Además de distribuidor es exhibidor al frente de Surtsey. ¿Cuáles son las sinergias con la distribuidora?
Muchas. Podemos estrenar con tiempo, con anticipación y poner los cárteles y los tráileres en el cine, lo cual nos da una ventaja bastante buena. Notamos cómo ayuda cuando una película se promociona con tiempo. Y esto aún mejorará cuando abramos más salas en el resto de España, tendremos asegurado un estreno digno.
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