Como es bien sabido, Hollywood sigue inmerso en plena lucha sindical. El pasado 2 de mayo se inició una huelga por parte del Sindicato de Guionistas, a la que recientemente se sumó el Sindicato de Actores. Son ya 4 meses de huelga, y su final se antoja todavía incierto. De todas formas, los productores independientes de Estados Unidos ya nos van avisando de que no habrá un alto volumen de encargos cuando esta finalice, o al menos es lo que esperan.
El Content Canada acogió una ponencia donde los ejecutivos de Fifth Season, Participant, Boat Rocker y Fremantle hablaron acerca del panorama que se presenta en Hollywood una vez termine la huelga. En dicho evento, tuvieron la oportunidad de debatir acerca de los nuevos retos a los que se enfrentan, y se mostraron escépticos ante la vuelta a la normalidad de la industria.
Arvand Khosravi, vicepresidente ejecutivo de Estrategia Scripted Televisiva de Fifth Season, aseguraba que la normalidad en la industria no va a regresar de la noche a la mañana: “No creo que vaya a ser rápido y furioso, sino más bien un proceso gradual». Lo achaca a que los productores hoy en día son más austeros en cuanto a los presupuestos que manejan, algo que no deja de ser una gran oportunidad creativa:
“Hubo un momento en el que los presupuestos eran increíblemente grandes. Parecía que cada mes se superaba el récord de la producción más cara y eso no era sostenible. Ahora las expectativas sobre lo que costarán los proyectos son más mesuradas. Cuando se libera un poco de vapor de esa burbuja se pueden crear oportunidades para un poco más de riesgo creativo simplemente por el hecho de que no hay tanto dinero en juego”, afirmaba.
La vicepresidenta ejecutiva de Televisión Global de Participant, Miura Kite, daba una opinión parecida a la de su compañero, asegurando que el apetito para invertir de cadenas y plataformas no va a ser el mismo cuando termine la huelga: “Todos han estado reevaluando sus estrategias, realizando recortes y tendrán menos proyectos para hacer. Sin duda van a querer realizar algunos proyectos, pero el foco estará en la curación”, señalaba.
El CEO de Boat Rocker Media, John Young, cargó la responsabilidad en los productores, quienes tendrán que determinar cómo operar ante el nuevo escenario que se avecina, en el que habrá menos dinero para encargos. “El gasto será la clave para los estudios y los streamers cuando salgan de las huelgas y deban pensar cuál es el equilibrio justo tras lo que hemos pasado estos últimos dos años. Como productores, existimos para servir al modelo de encargos de broadcatsers y plataformas. Y si ellos no logran entender del todo cómo seguir hacia adelante, será más difícil para nosotros. Pero haremos lo que siempre hemos hecho y nos adaptaremos a ese volumen, entenderemos qué proyectos funcionarán, qué quieren los compradores y cómo hacer proyectos en niveles de presupuestos que tengan sentido para ellos y para nosotros”, manifestaba.
Young dejaba, al igual que sus compañeros, su sello de optimismo al manifestar que la huelga está siendo para Boat Rocker una oportunidad para su negocio en Canadá gracias a la comparativa con la situación en Estados Unidos: “Me emociona demostrarle a los broadcasters de Estados Unidos cómo sus dólares pueden rendir mucho más si se vienen a trabajar en contenidos canadienses”.
Por su parte, Michela Di Mondo, Vicepresidenta ejecutiva de Fremantle para Canadá, hizo una reflexión similar a la de su compañero, asegurando que la huelga ha servido en Canadá para crear nuevas oportunidades para las compañías y los talentos locales.
En resumen, parece que en lo que están de acuerdo todos es que los presupuestos de series y programas van a bajar en cuanto todo vuelva a la normalidad; la austeridad y las estrategias de recortes de gastos predominan hoy en día entre los grandes estudios. Un escenario con el que, por otro lado, se muestran plenamente esperanzados ante la oportunidad que brinda para que se asuman más riesgos creativos y lleguen nuevos talentos emergentes. Resulta llamativo ver el contraste que supone este panorama con respecto a la última situación que obligó a parar en seco la industria: la pandemia. Cuando todo volvió a la normalidad, las nuevas producciones comenzaron a inflar sus presupuestos, alcanzando un récord tras otro, tal y como señalaba Khosravi. Sin duda, las cosas han cambiado mucho en cuestión de pocos años.
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